viernes, 5 de septiembre de 2014

Mindfulness: lluvia


Hay otro sencillo ejercicio que puedes hacer para practicar la conciencia plena. ¿Tienes coche? Un día que llueva en abundancia conduce hasta un lugar poco ruidoso que esté bien iluminado. Un sitio en el que puedas estar tranquila.

Quédate dentro del vehículo mientras llueve en el exterior. Cierra los ojos y centra tu atención en la respiración. Si te despistas un momento, no te juzgues por haberlo hecho, simplemente toma consciencia de los pensamientos que aparecen en tu mente y vuelve a dirigirte hacia la respiración.

Pasados unos minutos, céntrate en el sonido de la lluvia, en cómo golpea contra la superficie del auto a tu alrededor. ¿De dónde viene el ruido? ¿Cómo es?

Si alguna otra idea aparece en tu conciencia, para un momento a observarla, y luego vuelve al golpeo de la lluvia contra el cristal. ¿Qué sensaciones te produce lo que estás percibiendo? Para finalizar la experiencia, cuando ya hayas pasado un tiempo (el que quieras) con lo anterior, abre los ojos despacio y observa cómo golpean las gotas contra la luna. ¿Cómo producen el impacto? Focalízate en la imagen del agua impactando.

Por último, vuelve a la respiración.  Pasados unos minutos... ¡habrás terminado! Poco a poco comienza  a moverte de nuevo...

Para la gente más perezosa, aunque no es lo mismo, podéis practicar desde casa con este vídeo de sonido de lluvia.



Fuente de la imagen: morgueFile

2 comentarios:

Cierra los ojos un momento y piensa en lo que interpretaremos los demás cuando leamos lo que has escrito antes de darle a publicar, teniendo en cuenta que no estamos en tu mente...